Con ese objetivo una representación esta plataforma ciudadana, y el diputado Jorge Luis, asistirá al encuentro de Zaragoza, en el que cargos públicos de todo el país pretenden buscar una salida pactada al conflicto abierto en la Comunidad vecina
Alto Aragón en Común -que recuerda que cientos de miles de aragonesxs son ciudadanxs de Cataluña- expresa su preocupación por el ataque a los derechos civiles que está desarrollando el Gobierno y “la fractura, quizá irreversible, que está provocando con amplios sectores sociales, además de dañar gravemente nuestra ya limitada democracia”
La confluencia oscense muestra igualmente su preocupación porque esas medidas “estén convirtiendo a cargos de partidos que han liderado la corrupción y los recortes sociales en Cataluña en héroes o heroinas a los ojos de parte de sus conciudadanxs
Y defiende que, en una democracia, todo lo que no atente contra los Derechos Humanos, debe poder ser debatido y resuelto por la ciudadanía, a riesgo si no de que aflore en forma de conflictos de imprevisibles consecuencias
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Alto Aragón en Común apuesta “por un diálogo que permita reconstruir puentes con la sociedad catalana”. Con ese objetivo el diputado Jorge Luis y una representación esta plataforma ciudadana asistirán este domingo, 24 de septiembre, al encuentro “Por la libertad, la fraternidad y la convivencia” de Zaragoza, en el que cargos públicos de todo el país pretenden buscar una salida pactada al conflicto abierto en la Comunidad vecina.
Alto Aragón en Común recuerda que, más allá de los desencuentros o contenciosos que en ocasiones enfrentan a aragonesxs y catalanxs, “no podemos olvidar una larga historia común; que cientos de miles de aragonesxos son ciudadanxs de Cataluña, que muchas más descienden de los pueblos de Aragón, que muchísimas personas nacidas en esta tierra se han formado en Barcelona [circunstancias todas ellas que también se dan a la inversa]; o que compartimos muchísimos elementos culturales, incluida una lengua que, aunque es conocida como ‘catalán’, no es menos nuestra que suya”. Por estas, entre otras razones,considera esta plataforma ciudadana, “es la obligación de toda la sociedad, y de todos los agentes políticos y sociales, buscar fórmulas de convivencia asumibles por todas las partes”.
En este sentido Alto Aragón en Común expresa su preocupación por el ataque a los derechos civiles que está desarrollando el Gobierno y “la fractura, quizá irreversible, que está provocando con amplios sectores sociales, además», asegura, «de dañar gravemente una democracia que, ya hoy, tiene muchas limitaciones”. La prohibición de debates públicos y de campañas políticas, la acusación de “sedición” a manifestantes pacíficxs, las amenazas de detención a cientos de alcaldes o alcaldesas, la entrada de fuerzas de orden público en medios de comunicación o el intento de acceder a sedes de partidos y, también, la limitación de los derechos de las minorías políticas en algunos debates del Parlament, considera este colectivo, son actuaciones que «destruyen la democracia».
La confluencia oscense muestra igualmente su preocupación porque las medidas gubernamentales “estén convirtiendo a cargos de partidos que han liderado la corrupción y los recortes sociales en Cataluña en héroes o heroinas a los ojos de parte de sus conciudadanos”.
“Cualquiera que sea el camino que tome nuestra Comunidad vecina”, explica Alto Aragón en Común, “habrá de integrar a sectores con diferentes percepciones de su identidad”. Y, considera, el papel de la sociedad española, y de sus organizaciones políticas ha de ser “favorecer que afloren fórmulas que permitan una adecuada convivecia entre las dos mitades en que la cuestión nacional divide hoy a Cataluña, y favorecer el entendimiento con el resto de pueblos de la Península. Precisamente lo contrario de lo que está haciendo el Gobierno”, afirma.
Y esas fórmulas, según la plataforma oscense, habrán de estar basadas en una mayor cohesión social “mediante la redistribución de la riqueza y el impulso de los servicios públicos y los recursos comunes”, y en una mayor democracia: “cualquier idea o proyecto político, que no contravenga los derechos humanos, debe poder defenderse y votarse en una democracia digna de tal nombre”. No hacerlo, aseguran, solo provoca que afloren en forma de conflicto de imprevisibles consecuencias.
Mont Rebei, entre Aragón y Cataluña, atravesado por el Noguera Ribagorzana
Wikipedia. Sílvia Martín • CC BY 2.0