Día de la Lengua Materna: Llamamiento a la ciudadanía para revertir la “precaria” situación del patrimonio lingüístico de Aragón

Alto Aragón en Común apuesta por un proceso de confluencia social para salvar el aragonés, y denuncia que la comunidad sigue siendo una de las que menos protección da a sus lenguas propias, lo que facilita la quiebra de la transmisión generacional que se está produciendo también en las variedades aragonesas del catalán

 

Con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, una jornada de sensibilización instituida por la ONU para proteger y fomentar la diversidad lingüística y cultural, Alto Aragón en Común hace un llamamiento a la ciudadanía para revertir la “precaria” situación en que se encuentra el patrimonio lingüístico de Aragón. La plataforma oscense denuncia  que esta comunidad sigue siendo una de las que menos protección da a sus lenguas propias, por lo que exige también una mayor implicación de las instituciones.

En el caso el aragonés, considerado una de las lenguas más amenazadas de Europa, Alto Aragón en Común cree que es imprescindible la implicación y el liderazgo ciudadanos para salvar este “destacado elemento de nuestro patrimonio”, sobre todo tras las dificultades que ha sufrido el proceso de normalización lingüística en el que Gobierno y asociaciones no han conseguido, como primer paso, consensuar una grafía común, a pesar de las expectativas que generó el proceso iniciado con ese fin en 2017.

La quiebra de la transmisión generacional que confirman recientes estudios de la Universidad de Zaragoza para las variedades aragonesas del catalán, son también, para este colectivo, una aviso de la necesidad de intervenir para proteger esta riqueza cultural que hemos recibido de los aragoneses de anteriores generaciones.

Desde hace casi cuatro décadas, tras la recuperación de la autonomía, señala Alto Aragón en Común, los diversos gobiernos de Aragón, “exceptuando tímidos intentos en épocas muy concretas”, han desatendido esta problemática. “Hoy en día se sigue incumpliendo el Estatuto de Autonomía de Aragón, la Constitución Española y la Carta Europea de Lenguas Minoritarias o Regionales, así como las diversas recomendaciones de la UNESCO dirigidas a la protección de las lenguas más vulnerables”, concluyen .

Además de su escasa presencia de estas lenguas en la administración y los medios de comunicación, en la educación reglada, denuncian, su enseñanza no abarca la totalidad de sus territorios de referencia, y en muchos casos tiene un carácter optativo o extraescolar. Además de que, consideran,  y no existen suficientes estímulos para quienes las estudian, especialmente en el caso del aragonés, puesto que, entre otras razones, “no existen títulos oficiales que acrediten el nivel de conocimiento de la lengua”.

 

Un proceso de confluencia social para salvar el aragonés

“El tema gráfico», que ha generado diferencias entre distintas entidades  vinculadas con esta lengua,»no es el problema más urgente para el aragonés”, reconocen. Por eso, “dada la gravedad de la situación que vive esta pequeña lengua romance”,  llaman a confluir a todos los actores preocupados por su futuro “teniendo en cuenta siempre la participación de sus hablantes y de diferentes agentes sociales que, por su cercanía, costumbre y compromiso con la lengua en los distintos territorios, mejor conocen sus problemáticas, y pueden marcar las prioridades de las actuaciones que deben desarrollarse y, sobre todo, cómo aplicarlas”.
Por eso invitan a estos sectores para a tomar las riendas en el proceso de dignificación y recuperación del aragonés, y proponen la  formación de grupos locales que sepan integrar distintas sensibilidades y que activen el aragonés en sus territorios. También recuerdan a los municipios que pueden redactar ordenanzas que impulsen su uso como primera etapa dentro del largo camino de normalización de la lengua.

 

 

Rótulo en aragonés y castellano en Longás (Bal D’Onsella), Altas Cinco Villas, provincia de Zaragoza

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